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Melilla diciembre 16, 2007

Posted by jonkepa in Geografía, Historia.
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16206ml_darsenamelilla.jpg La ciudad de Melilla tiene su origen en la colonización fenicia del Mediterráneo occidental. Allí fundaron una importante factoría con el nombre de Rusadir, Russadir o Rusaddir, como atestigua la necrópolis encontrada en el cerro llamado de San Lorenzo, en las inmediaciones de la ciudad. Desde el siglo VI adC estuvo en manos púnicas, pasando posteriormente a formar parte de los dominios romanos. El emperador Claudio le concede el estatuto de colonia, y aparece en el itinerario de Antonino Pío (una recopilación de vías romanas realizada para cobrar el impuesto de la “annona” en el siglo III) como cabecera de la región oriental de la Mauritania Tingitana. Es, junto con Volubilis y, Tingis, la capital, una de las ciudades más importantes de la provincia.

En el año 429, tras su paso por la península Ibérica, los vándalos pasan al norte de África, arrasando las provincias mauritanas, en su marcha hacia Cartago. Parece ser que Melilla fue destruida, siendo reconstruida más tarde, probablemente por los bizantinos, que tras destruir el reino vándalo de Cartago se habían extendido de nuevo hacia el Mediterráneo occidental, llegando a poner bajo su dominio el sur de la península Ibérica (siglo VI).

Con la expansión musulmana, la zona donde se encuentra Melilla es conquistada a finales del siglo VII. Los musulmanes le dan el nombre de Melilia, que sería el que tendría desde entonces. El nombre tiene una etimología incierta (algunas teorías afirman que dicho nombre procede del que le dieron los colonizadores griegos, presentes en la zona antes que los fenicios).

Existen pocos datos de la época, aunque parece que debió de convertirse en un próspero puesto comercial. En 859, con motivo de las penetraciones vikingas en el Mediterráneo, Melilla fue saqueada e incendiada. En 927, Abd al-Rahman III la incorporó al emirato cordobés, el cual se convertiría dos años después en el califato de Córdoba. La vinculación con al-Andalus duró poco y Melilla se convirtió en objeto de discordia entre los sultanes de Fez y Tremecén, hasta el punto de quedar destruida y prácticamente deshabitada.

El siglo XV presencia el inicio de la expansión de Portugal por el reino de Fez. A tal expansión se unen los Reyes Católicos una vez finalizada la conquista del reino de Granada en 1492. Los límites de las respectivas áreas de influencia sobre los territorios norteafricanos se fijaron en los tratados de Alcaçovas (1479) y Tordesillas (1494). En 1497, se produce la conquista de la ciudad por tropas castellanas.

Previamente, el comendador Martín Galindo, había reconocido la ciudad de Melilla y sus alrededores. Ante el gran número de habitantes que vivían en la zona, informó a los reyes de que la conquista sería muy difícil, lo cual hizo renunciar a la conquista de la plaza.

El gobernador de Andalucía, Juan Alonso de Guzmán, tercer duque de Medina-Sidonia, al constatar que la corona renunciaba a conquistar Melilla, decidió tomar la empresa a su cargo, bajo la autorización real. Para ello, comisionó a su escudero Pedro Estopiñán, para que explorara la península de Tres Forcas, misión que llevó a cabo acompañado del artillero Francisco Ramírez de Madrid.

Según Barrantes, cronista de la casa ducal, el duque mandó juntar “cinco mil ombres de apié e alguna gente a cavallo, e mandó aparejar los navíos en que fuesen, e hizolos cargar de mucha farina, vino, tocino, carne, aceyte e todos los otros mantenimientos necesarios; e de artillería lanças, espingardas e toda monición”.

“E asimismo llevaron en aquel viaje gran cantidad de cal e madera para reedificar la ciudad. E con toda esta Armada e gente, partió Pedro de Estopiñán, Contador del Duque, por su mandato del puerto de San Lucar en el mes de septiembre del año 1497.”

La ciudad fue conquistada el 17 de septiembre de 1497. En 1509, la Capitulación de Cintra, fija de nuevo los límites de las áreas de influencia norteafricana entre Portugal y Castilla, estableciendo que Portugal dominaría la costa atlántica desde Ceuta, dejando la mediterránea para Castilla.

En 1506, tropas ducales con base en Melilla ocuparon la ciudad de Cazaza, situada en la costa occidental de la península de Tres Forcas. Esta conquista le valió al duque de Medina Sidonia el título de Marqués de Cazaza. No obstante, la dominación de Cazaza fue efímera, puesto que en 1533 la ciudad fue asaltada y ocupada.

El 7 de junio de 1556, y ante los cuantiosos gastos que les supone el mantenimiento de la ciudad, los duques ceden la ciudad a la corona.

A partir de entonces, la ciudad estuvo siempre bajo el hostigamiento de los rifeños. En 1860 se firmó el Tratado de Wad-Ras con el sultán de Marruecos. Mediante este tratado, se fijan las fronteras entre el territorio marroquí y la ciudad española. La guerra de Marruecos, que se mantuvo intermitentemente en la zona durante principios del siglo XX, fue especialmente crítica para Melilla. Dos desastres bélicos estuvieron a punto de suponer el fin de la soberanía española de Melilla: fueron los desastres del Barranco del Lobo (1909) y de Annual (1921), ambos ante las cabilas rifeñas comandadas por Abd-el-Krim.

La sublevación militar que originó la Guerra Civil Española comenzó el 17 de julio de 1936 en Melilla. Ese día, el gobernador civil, sospechando de las intenciones de los militar acantonados en la ciudad, envía a la Guardia de Asalto a registrar algunas dependencias militares. Los militares se oponen a dichos registros y, a la vista de las circunstancias, deciden adelantar el inicio de la sublevación prevista para el día siguiente. Por ello, la propaganda franquista denominó a esta ciudad como “La Adelantada”.

Desde 1982, dicho país reivindica la ciudad, al igual que Ceuta, como parte integrante de su territorio. Por su parte, el Gobierno de España nunca ha mantenido ningún tipo de negociación al respecto.

Entrepueblos

Melilla “La Vieja”

Además de la enorme importancia que la convivencia de las cuatro culturas aporta al presente de Melilla, no hay que olvidar la privilegiada situación que históricamente mantuvo la ciudad y que ha sabido conservar los importantes legados que fenicios, romanos, vándalos, bizantinos y árabes dejaron en ella. Por si estos legados fueran pocos, Melilla cuenta con más de 900 edificios modernistas y “art decó”. Todo ello ha convertido a Melilla en un singular Museo arquitectónico tan diverso como exótico y diferente.

Melilla la Vieja o “El Pueblo”, como cariñosamente le llaman los melillenses, y que muchos ahora también conocen con el nombre de La Ciudadela, comprende el recinto fortificado que comenzó a construirse en el s.XV sobre la roca que sirvió de asiento a la antigua Rusadir de fenicios y romanos, destruida y reedificada varias veces, a lo largo de la Historia, como consecuencia de las invasiones de vándalos y árabes, o de las luchas intestinas de las tribus bereberes. Este conjunto monumental se compone de cuatro recintos separados por un foso o cortadura. Los tres primeros se internan en el mar y el cuarto sobre el continente. En este último destacan los Fuertes del Rosario y de las Victorias, desde donde se realizaron los disparos del cañón “El Caminante” que determinó los actuales límites de Melilla.

Frente a la Plaza de las Culturas, en pleno centro de la ciudad, está situada la Melilla del s.XIX formada por los pequeños y coquetos barrios del Fuerte de San Carlos, Fuerte de San Miguel, Alcazaba y Mantelete.

Desde la plaza se puede subir por la carretera de la Alcazaba para contemplar una panorámica del Frente de la Tierra y parte de la Ensenada de los Galápagos. Al descender la cuesta de regreso a la plaza se puede ver el frente abalaustrado del tercer recinto sobre el Foso de los Carneros, en el que destacan la Torre de la Alafia, el Cuartel y el Baluarte de San Fernando. A éstos se accede a través del Túnel de San Fernando. Desembocaremos en el Foso del Hornabeque, antes de pasar el Túnel de la Victoria y los Baluartes de San Pedro y de San José situados en el segundo recinto o Plaza de Armas.

Desde aquí seguiremos paseando por las calles y edificios que encierran las torres y murallas renacentistas del primer recinto: la Puerta y Capilla de Santiago (única construcción religiosa de estilo gótico en todo el continente africano), los Aljibes, el Conventico que sirviera de refugio a la población en épocas de asedio, Almacenes, Iglesia de la Concepción y el Hospital del Rey convertido hoy en un original Centro de Exposiciones.

Como complemento a estas visitas en Melilla la Vieja, podemos visitar los fuertes exteriores a la Plaza que comenzaron a construirse en el s.XIX. Desde el Fuerte de Camellos, seguiremos por el de Cabrerizas y terminaremos el paseo en el fuerte exterior de Rostrogordo.

La ciudad moderna de Melilla tiene un encanto muy especial. Dejando atrás la ciudad del s.XIX, el paseo puede comenzar por la hermosa Plaza de España, presidida por el Palacio de la Asamblea, la construcción “art decó” de Nieto. La Plaza de España sigue teniendo una gran animación al tratarse del centro neurálgico de la ciudad de Melilla. Rodeando la plaza llegaremos al Casino Militar y al Banco de España, dos edificios muy emblemáticos de la ciudad. Desde allí vale la pena prolongar el paseo visitando las calles y manzanas que forman el Barrio de Reina Victoria (hoy Héroes de España) conocido como el “Triángulo de Oro”.

Declarada Conjunto Histórico-Artístico, Melilla la Vieja se muestra como una soberbia fortaleza asentada sobre un peñón que se adentra en el Mediterráneo, unido a tierra firme por un istmo. Está compuesta por cuatro recintos fortificados, separados por fosos, edificados a partir del s.XV sobre la antigua ciudad y que albergan un valioso patrimonio monumental.

El recorrido sigue un sentido cronológico invertido, ya que se accede desde el recinto más moderno, el Cuarto, para terminar en la parte más antigua, el Primer Recinto.

Cuarto Recinto

Edificado en el s.XVIII, alberga los Fuertes del Rosario y de las Victorias, desde donde se efectuaron los disparos que determinaron los límites de la Melilla actual. En torno a la Plaza de las Culturas se construyeron en el s.XIX los barrios de Fuerte de San Carlos, Fuerte de San Miguel, Alcazaba y Mantelete.

Tercer Recinto

Situado sobre las antiguas murallas de la medina, en este recinto, que está rodeado por el Foso de los Carneros, destacan la Torre de la Alafia o de Cinco Palabras, la única torre medieval conservada en la ciudad, el Baluarte y el Cuartel de San Fernando y la Batería de San Bernabé. Se accede desde el Túnel de San Fernando, ubicado en la muralla de la Falsa Braga, que desemboca en el Foso del Hornabeque, excavado en el s.XVIII.

Segundo Recinto

También denominado Plaza de Armas, bajo la cual se excavaron los calabozos del antiguo Presidio, conserva los Baluartes de San José y San Pedro, unidos por una cortina con cañoneras, y los restos de la Ermita de la Victoria, que antaño albergó la imagen de la patrona de Melilla.

Primer Recinto

Además de estructuras defensivas como los frentes de muralla que rodean al recinto o el imponente Foso de Santiago, en este recinto, levantado durante la transición de la Edad Media al Renacimiento, es posible visitar bellos edificios civiles y religiosos, así como interesantes museos como el Arqueológico o el de Historia Militar, situado en el Almacén de Pólvora. Entre las visitas de interés cabe citar la Puerta y Capilla de Santiago, los Aljibes, Almacenes, el Hospital del Rey y la Iglesia de la Concepción, la más antigua de la ciudad.

Fuertes Exteriores

Para reforzar la seguridad de la ciudad, siempre alerta ante posibles ataques, en el s.XIX, en relación con la denominada “Guerra de Margallo”, acontecimientos bélicos acaecidos en 1.893, comenzaron a construirse los fuertes situados en el exterior de la ciudad que conforman el considerado “Quinto Recinto Fortificado”.

Edificados en estilo medieval, los hay de planta circular y pentagonal, y se conservan ocho de ellos entre los que destacan el de Camellos, de planta y foso circular, y situado en el barrio Virgen de la Victoria; el Fuerte de Cabrerizas, de planta romboide flanqueada por dos torres hexagonales con matacanes de arcos parabólicos, ubicado en el interior del acuartelamiento de la Legión; el Fuerte de Rostrogordo, pentágono irregular alargado, con dos torres hexagonales en sus flancos, una garita en su centro, un baluarte posterior con garita y puerta lateral de acceso, rodeando el conjunto un foso, y que en la actualidad alberga un complejo turístico y de ocio.

Desde 1.881 comenzó en Melilla la construcción de una serie de fuertes exteriores con la intención de que defendieran los nuevos límites de la ciudad. Esta iniciativa, que iría conformando el Quinto Recinto Amurallado melillense, constituyó en su época un innovador sistema defensivo, similar a los antiguos fuertes exteriores que se fueron perdiendo en el s.XVII.

Los fuertes exteriores de Melilla constituían un complejo sistema defensivo compuesto por 16 elementos de fortificación de gran diversidad. Fuertes circulares, octogonales y poligonales, además de fortines y baterías, que rodeaban las murallas melillenses situados sobre puntos estratégicos, defendieron la ciudad y sus límites hasta que muchos de ellos fueron destruidos, como los de San Lorenzo (1.881-1.883), Cabrerizas Bajas (1.884-1.886), Horcas Coloradas (1.893-1.894) Sidi Guariach Bajo (1.893), Batería Jota (1.893), Santiago (1.893), Hipódromo (1.906) y Triana (1.901-1.903).

En la actualidad tan sólo se conservan los fuertes de Camellos (1.883-1.885), Rostrogordo (1.888-1.890), Cabrerizas Altas (1.890-1.893), Purísima Concepción (1.893- 1.894), María Cristina (1.893-1.895), Alfonso XIII (1.893- 1.894), Reina Regente (1.893-1.894), y los reductos de San Francisco (1.890).

De los conservados, el Fuerte de los Camellos, el de Cabrerizas Altas y el de Rostrogordo son los más importantes. Todos ellos presentan un característico estilo medieval que los hace singulares en el panorama arquitectónico español de la época. Incluso los arcos semiparabólicos han hecho pensar a algunos investigadores que Antoni Gaudí pudo inspirarse en ellos para construir algunos de sus edificios más representativos.

Si avanzamos por Primo de Rivera encontraremos nuevos edificios modernistas a izquierda y derecha, como el edificio del Banco de Bilbao, desde el cual, girando a la derecha, podemos ver otras obras interesantes en la calle General Pareja. Bajando por esta última y en cruce con General Prim, veremos otros edificios modernistas que confieren al centro de la ciudad la imagen de conjunto que caracteriza a Melilla.

Fuerte de Camellos. Situado en el actual barrio Virgen de la Victoria, el de Camellos es un fuerte con forma troncocónica y de planta circular, que posee tres niveles con aspilleras (aberturas largas y estrechas realizadas en un muro para disparar por ellas). Es el más antiguo de los conservados y el único que persiste del primer modelo de fuertes exteriores diseñados por Francisco Roldán.

Fuerte de Cabrerizas Altas. Este fuerte, situado en el interior del acuartelamiento Millán Astray, perteneciente al Tercio Gran Capitán I de la Legión, es de planta irregular (un cuadrilátero romboide), tiene dos torres hexagonales en sus vértices y su exterior presenta matacanes medievales sobre arcadas parabólicas.

Fuerte de Rostrogordo. Ubicado en la explanada de Rostrogordo, este fuerte construido entre 1.888 y 1.890 presenta las mismas características neomedievales que los dos anteriores: una planta alta en forma de pentágono irregular y dos torres hexagonales, una en el frente y la otra defendiendo la puerta de entrada.

Las Cuevas del Conventico

Las Cuevas del Conventico están situadas en la Muralla de la Cruz, dentro del Primer Recinto Amurallado de Melilla la Vieja. El origen de las Cuevas debió ser alguna gruta natural que, probablemente, fue usada por los fenicios en sus escalas en Rusadir y posteriormente por romanos, árabes y castellanos.

Es en el s.XVIII y ligadas al Sitio de Melilla, impuesto por el Sultán Sidi Mohamed Ben Abdalah desde diciembre de 1.774 hasta marzo de 1.775, cuando adquieren gran importancia por ser ampliadas para poder albergar las imágenes de la cercana iglesia de la Purísima Concepción, así como a las autoridades militares, religiosas y familias de Melilla.

Son muchas las obras de rehabilitación que se han llevado a cabo en las Cuevas, con el fin de preservarlas en el tiempo. Los dos principales problemas existentes eran el estado del acantilado sobre el que se encuentra la Muralla de la Cruz y las bóvedas del segundo nivel, a menos de 30 cms. del firme de la carretera. Asimismo la gran cavidad existente al nivel del mar con un diámetro de 20 m. y una altura de 25 m. suponía otro grave problema. Se realiza un primer conjunto de obras (1.993-1.995) cuyo principal resultado es el impresionante Arco Parabólico que llega hasta el mar. Dado que los problemas persisten se acomete un segundo conjunto de obras (1.998-2.000) en el que se efectúa la rehabilitación integral del Segundo Nivel, el más amplio y desconocido de los tres y su comunicación con el Tercer Nivel, históricamente separado de los otros dos.

Otro importante proyecto que se lleva a cabo es la construcción de una gran escalinata de piedra adosada al acantilado. Obra que tiene una doble finalidad, por un lado facilitar el acceso por tierra a la Cala de Trápana, cosa antes imposible, y por otra servir de soporte a la Muralla, protegiendo el desgastado paramento rocoso.

Cuevas del Conventico

  • Murallas de la Cruz. Melilla la Vieja
  • Tel. 952 68 09 29
  • Fax 952 68 51 05
  • Horario: de martes a sábado, de 10,30 a 13,30 y de 16,30 a 20,00 h. Domingos, de 10,30 a 14,00 h.

Iglesia del Hospital Militar

LLa Capilla de Cristo Rey del Hospital Militar Pagés, declarada bien de interés cultural con categoría de monumento en enero de 2.004, fue diseñada por el ingeniero militar Luis Sicre entre 1.939 y 1.941. Se extiende sobre una planta de 480 m2 al estilo basilical latino, por lo que su aspecto interno recuerda a las basílicas cristianas de Roma, hecho poco habitual en esta zona mediterránea.

La iglesia está compuesta por tres naves separadas por columnas de piedra estucadas al temple, que al conservarse en perfecto estado, ayudan a reafirmar el indudable encanto de esta construcción

Erigida gracias a las donaciones populares, como ocurría con muchas iglesias de la época, la Capilla de Cristo Rey posee un valor intrínseco indudable que ha sabido apreciar la Dirección General de Bellas Artes al convertirla en bien de interés cultural, basándose en las estimaciones de la Comisión Nacional de Patrimonio.

melilla.jpg

Ver: Melilla inundada.

Comentarios

1. yyyyy - octubre 17, 2008

AMIGOS PEÑON VELEZ DE GOMERA

Nunca de

eso se presupone

hostia saludo (blanqui) azul tuareg amzig de TENERyFé

2. Melilla inundada « Jon Kepa - octubre 26, 2008

[…] Ver : Melilla. […]

3. nayat - enero 1, 2009

melilla
es la mejor ciudad

yo naci hy pero vivi en cataluña por desgracia

asin que chicos/as

disfrutad melilla atope

4. francisco - febrero 20, 2009

Melilla como ciudad está bien, los moros son los que nos trataban bien, por nuestro dinero, pero bien los melillenses son unos hijos de muchos padres, nadie tendia la mano a muchachos lejos de sus casas

5. francisco - febrero 20, 2009

yo estuve en el Peñón de Vélez y las Alhucemas

6. España en África, Ceuta y Melilla nunca fueron marroquíes « Amigos del Peñón de Vélez de la Gomera - abril 15, 2011

[…] el desastre de Annual y el desembarco en Alhucemas, que cayeron todos cerca de Ceuta o de Melilla pero que no cambiaron ni un ápice de lo esencial. Cuando Marruecos consiguió la independencia en […]

7. Marruecos, los Peñones y la «RAN» fantasma « Amigos del Peñón de Vélez de la Gomera - septiembre 17, 2012

[…] a este escribano su intención de abrir el melón sobre la eventual cosoberanía de Ceuta y Melilla empezando con las islas e islotes de soberanía, es decir Chafarinas y los peñones de Alhucemas y […]

8. jonkepa - marzo 18, 2014

Gabrielon

Eres de esas personas cansinas que no se enteran de nada, este blog no es ningún foro abierto para discusiones bizantinas entre algún iluminado como tú y personas que están hablando de otras cosas, además eres maleducado, faltón y un ignorante histórico e intelectual.
No tienes ni idea de que va este blog, para soltar todas esas chorradas mejor búscate un lugar más adecuado, quizá un foro sobre historia o sobre iletrados.
No molestes más y deja ya de tocar las pelotas, no va a aparecer ni un solo escrito tuyo y menos con esa dialéctica faltona y barriobajera, tampoco perderé el tiempo tratando de contestarte.

9. Fronteras | Mis opiniones en Libertad - octubre 16, 2014

[…] llegado el caso, de modo digno y decente y no como se viene haciendo en las fronteras de Ceuta y Melilla con la aquiescencia gubernamental. Tenemos unos gobernantes indecentes, en muchos aspectos, pero […]


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